Cada año, medio millón de personas piden consulta para evaluar la cirugía de su nariz. Muchas personas están descontentas con la forma de su nariz o la apariencia que esta a adquirido con la edad. Para otros, una lesión puede haber distorsionado la nariz y en otros muchos, desean mejorar la respiración de su nariz. Como la nariz ocupa una posición central en la cara, el tamaño y la forma de esta tiene un gran impacto en el aspecto de la cara.
El cirujano maxilofacial es el especialista que está más acostumbrado a tratar todas las estructuras de la cara, ya que su área de especialización es solamente la cara a diferencia de otros especialistas que tratan otras muchas partes del cuerpo.
El término rinoplastia deriva del término alemán “Rhinoplastik” que significa “cambiar la forma de la nariz”. La técnica consiste en acceder primero el soporte del hueso nasal y el cartílago de la nariz. Esto se logra a través de incisiones dentro de la nariz, donde son invisibles. En algunos casos, se hace una incisión en el área de la piel que separa las fosas nasales. A continuación, el hueso subyacente y el cartílago se reducen, se aumentan o se reordenan para crear una estructura con una nueva forma. Por ejemplo, si la punta de la nariz es demasiado grande, el cirujano puede esculpir el cartílago en este área para reducir su tamaño. Si el puente de la nariz tiene una prominencia, esta puede ser reducida para obtener un perfil más agradable. Si cualquier parte de la nariz aparece desproporcionadamente pequeña, injertos de cartílago o injertos de tejido blando puede colocarse para crear una mejor armonía. Finalmente los tejidos tratados se cubren de nuevo y se cierran las incisiones.
La cirugía de rinoplastia puede realizarse bajo anestesia local o general. Muchos cirujanos no realizan este procedimiento bajo anestesia general por comodidad propia y en ocasiones por propia comodidad del paciente. Sin embargo, este procedimiento puede realizarse sin complicaciones y con total seguridad en quirófano bajo anestesia local utilizando la técnica de infiltración tumescente. Esta técnica tiene la ventaja de que ahorra costes al paciente al no precisar de ingreso hospitalario ni estancia en una unidad de reanimación. Además, la recuperación del paciente es más rápida al no precisar taponamiento nasal ya que mediante esta técnica el sangrado disminuye drásticamente.
PACIENTE ANTES Y DESPUÉS DE UNA RINOPLASTIA
Tras la cirugía, una pequeña férula de plástico o escayola se coloca en la parte exterior de la nariz para minimizar el hinchazón y para ayudar a mantener la nueva forma de la nariz mientras se cura.
El postoperatorio es bastante confortable. La mayoría de los pacientes refieren poco o ningún dolor después de la cirugía nasal, y cualquier molestia se controla fácilmente con medicamentos para el dolor leve.
Una vez terminada la cirugía, tendrá seguimiento diario en la primera semana. Suele haber algo de inflamación y / o hematomas alrededor de los ojos la primera semana. Esto generalmente desaparece en los primeros 2-5 días después de la cirugía. Las compresas frías ayudarán a minimizar y reducir los moretones y cualquier molestia. Las suturas absorbibles se utilizan generalmente dentro de la nariz y no necesitan extracción. Cualquier sutura externa, si es necesario, se retiran en 5-8 días. La férula nasal también se retira en 5-10 días después de la cirugía.
Con un análisis adecuado, unas expectativas realistas de los pacientes y las habilidades de un cirujano plástico facial cualificado, la rinoplastia es un procedimiento muy gratificante tanto para el paciente como para el cirujano.